Una gran columna de humo se observó en la parte céntrica de Guayaquil en la tarde de ayer. El hecho que se registró en la Central de emergencias, se suscitó a las 14:05 en los alrededores de las calles Luis Urdaneta entre Ximena y Riobamba. El reporte alertaba el incendio de un tanquero presuntamente con diluyente. Varias unidades de combate contra incendios del Benemérito Cuerpo de Bomberos de Guayaquil (BCBG) se desplazaron hasta el lugar identificando la magnitud del peligro: incendio declarado (Alarma 3).
Según comentarios de algunos de los presentes hubo un fuerte estallido que alertó a la manzana a causa de la inflamación del tanquero. Al parecer, el transporte regó un producto inflamable en la alcantarilla, contaminando una casa contigua y dos vehículos.
En minutos sirenas abrieron paso en varias ocasiones a las motobombas que eran direccionadas al lugar, al igual que la ayuda de los bomberos de todas las Brigadas y Divisiones del BCBG. “Fue un incendio muy duro y llegaron al sitio a prestar su contingente 500 bomberos, 90 motobombas y 7 ambulancias”, señaló el Coronel Martín Cucalón de Ycaza, Primer Jefe del Benemérito Cuerpo de Bomberos de Guayaquil.
El incendio parecía incontrolable. Algunas personas que se encontraban a los alrededores no medían el riesgo de estar cerca del incendio. Otros se gritaban de un lado al otro para que puedan cruzar las calles y mantenerse fuera del peligro, sin embargo, la conmoción y la peligrosidad de la emergencia no los apartaba del sitio.
Mientras algunos continuaban mirando y señalando el inusual panorama de la ciudad, las calles se cerraron y las cintas de emergencias dividieron la zona del peligro. Entre los bomberos que luchaban contra el fuego de las calles, en un vehículo aparcado cerca del tanquero, se encontraba el Capitán Antonio Lacera junto a su hijo Johnny, también bombero voluntario. “Los dos comenzamos apagar los carros que estaban prendidos y de repente se dispersó el humo que estaba en el edificio y pudimos observar a dos personas adultas que daban señales con la mano desde la ventana”, cuenta el Capitán Lacera, quien participó en el rescate de las dos personas encerradas en la casa en llamas.
En total se atendieron a 10 personas que presentaron asfixia por inhalación de humo y el traslado de 5 personas hasta dos centros de salud. Entre los afectados una persona presentó quemaduras de 2° y 3° en el 90% de su cuerpo.
Los bomberos del Benemérito Cuerpo de Bomberos de Guayaquil mostraron profesionalismo, coraje y valentía al combatir la emergencia que duró alrededor de una hora. El daño se desplazó desde una vivienda de construcción de cemento donde se almacenaba pintura, afectando parcialmente a cuatro viviendas aledañas.
Las causas del incendio están siendo investigadas por el personal de la Policía Judicial.