Fue una ceremonia sencilla, pero cargada de mística y tradición. El martes 25 de marzo del 2014, los bomberos de la Segunda Brigada no solo se preparaban para su habitual resello mensual, sino que se alistaban para conmemorar el aniversario 144 de una de las compañías con más historia del Benemérito Cuerpo de Bomberos de Guayaquil: la Compañía Nueve de Octubre No. 11, situada en el edificio de la Primera Jefatura, en Nueve de Octubre 607 y Escobedo.
Al mando del Mayor Medardo Silva, Jefe de la Segunda Brigada, el Comandante Guillermo Lázaro y el Teniente Enrique Pincay, los bomberos voluntarios organizaban los detalles del acto. Una mesa principal acogió entre los invitados al Primer Jefe del Benemérito Cuerpo de Bomberos de Guayaquil, Crnl. Martín Cucalón de Ycaza; al Jefe de la División de Rescate, Mayor Jorge Montanero; y al Tnte. Crnl. José Farah, ex Segundo Jefe de la Institución.
«Creo que todos los bomberos debemos saber la historia y los actos transcendentales de nuestra institución. La Compañía Nueve de Octubre cumple 144 años y si leemos sus antecedentes, nos relatan valerosas acciones de sus integrantes, incluso muchos de sus Comandantes llegaron a ser jefes de nuestra institución», señaló el Mayor Medardo Silva, Jefe de la Segunda Brigada del Benemérito Cuerpo de Bomberos de Guayaquil.
Una placa colocada en una de las paredes de la Compañía fue develada como fiel constancia del sincero agradecimiento por el apoyo brindado desde la Primera Jefatura y como recuerdo imperecedero para las futuras generaciones de bomberos que integren la Compañía. “Queremos que dentro de 50 o 60 años, los bomberos digan: ‘Yo estuve aquí’. Asimismo que sus hijos y sus nietos lo sepan. Queremos que la posteridad recuerde que esta labor ha sido desde siempre voluntaria y entregada al servicio de los demás”, agregó el Mayor Silva.
De esa forma, la mística y tradiciones dentro del Benemérito Cuerpo de Bomberos de Guayaquil se mantienen intactas y se consolidan con estos eventos para que la historia de esta benemérita institución siga escribiendo sus páginas con abnegación y disciplina en bien de la ciudad y el país.