Alrededor de un centenar de madres de familia de la parroquia Juan Gómez Rendón (Progreso) ya saben qué hacer en casos de incendio o alguna emergencia que se suscite en su sector. El Benemérito Cuerpo de Bomberos de Guayaquil las capacitó la mañana del sábado 17 de mayo en el auditorio del edificio del Gobierno Autónomo Descentralizado. Mientras ellas aprendían a identificar los sitios de su casa donde podría haber más peligro, en el exterior sus hijos ya sabían qué hacer si su ropita se prendía en fuego. Sin temor y con una sonrisa en sus rostros, los infantes rodaban de un lado a otro simulando extinguir las llamas de sus prendas.
La jornada de capacitación formó parte del proyecto de prevención de incendios denominado ‘Guardianes de la Seguridad’ que promueve el Benemérito Cuerpo de Bomberos de Guayaquil a través de su programa de Responsabilidad Social institucional y vínculos con la comunidad. Juan Gonzabay Cayetano, presidente del Gobierno Autónomo Descentralizado de Juan Gómez Rendón, se mostró agradecido por la presencia de los bomberos para que los habitantes sepan cómo prevenir incendios. “Una de las causas más concurrentes de incendios es por las malas conexiones eléctricas y gracias a los bomberos, nos están enseñando los cuidados que debemos tener”, expresó el líder parroquial.
Viviana Caicedo Molina, coordinadora de los Centros Integrados del Buen Vivir (CIBV) de Progreso, señaló que lo más importante de las charlas es que los moradores estén orientados en caso de algún incidente. Pero no solo las moradoras de Progreso aprendieron de los bomberos, también lo hicieron habitantes del recinto Cerecita, a quienes les llegó también la invitación. Una de ellas, Jéssica Ramírez, dijo sentirse contenta con lo que vio. “He aprendido a tener más precaución con los niños, a mantenerlos alejados de la cocina y de los implementos con los que podrían intoxicarse”, expresó la joven.
Mientras tanto Geoconda Banchón se quedó impresionada con el uso de los extintores. Confesó que no sabía cuál era su utilidad y mucho menos como se lo empleaba. “También me enseñaron que no debo dejar a mis hijos solos en casa, a no descuidarme de las hornillas de la cocina y a revisar los cables eléctricos”, agregó.
Los bomberos recordaron a los infantes cuál era el número de emergencia y les entregaron didácticos libros de prevención de incendios y carros de bomberos armables. Luego tuvieron la oportunidad de subir a la cabina de una motobomba y activar la sirena de emergencia, para finalmente pitonear con la ayuda de uno de los bomberos.
El Mayor Julio Jalón, Jefe de la División Rural del Benemérito Cuerpo de Bomberos de Guayaquil, consideró importante estas jornadas de instrucción porque crean un acercamiento directo con la comunidad y permite conocer sus necesidades en cuanto a prevención de incendios.
Una cálida sonrisa, un abrazo sincero y un hasta luego con sus manitos, marcaron la despedida de los niños, quienes vivieron la experiencia de ser bomberos. De esta forma, el Benemérito Cuerpo de Bomberos de Guayaquil refirma su compromiso de trabajar con abnegación y disciplina en materia de prevención para disminuir los índices de emergencias en las zonas rurales de Guayaquil.
