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Ceremonia de entronización de San Florián de Lorch y reconocimiento a los coroneles Jaime y Martín Cucalón de Ycaza por sus 25 años de trabajo voluntario

By agosto 26, 2010 No Comments

Ceremonia de entronización de San Florián de Lorch y reconocimiento a los Coroneles Jaime y Martín Cucalón de Ycaza por sus 25 años de trabajo voluntario

El salón de Honor de la Primera Jefatura del Benemérito Cuerpo de Bomberos de Guayaquil se vistió de gala la noche del pasado 30 de julio con la  ceremonia de entronización de San Florián de Lorch como Patrono de los bomberos de esta ciudad y el reconocimiento a los coroneles Jaime y Martín Cucalón de Ycaza, por sus 25 años de trabajo voluntario en esta institución.

El Honorable Consejo de Administración y Disciplina y representantes de los bomberos voluntarios, rentados y del personal administrativo, fueron los encargados de entregar los reconocimientos al Coronel Martín Cucalón de Ycaza, Primer Jefe del  Benemérito Cuerpo de Bomberos de Guayaquil y al coronel Jaime Cucalón de Ycaza, Jefe del Cuerpo de Bomberos de Samborondón.

Monseñor  Ivan Minda, Obispo auxiliar de Guayaquil, presidió la ceremonia en la que bendijo el cuadro con la imagen de San Florián de Lorch, que fue develizado por el Coronel Martín Cucalón de Ycaza, Primer Jefe del  Benemérito Cuerpo de Bomberos de Guayaquil,  TCrnl. Leopoldo Terán González, Segundo Jefe y Mayor Pancho Hansen Vik Jiménez, Jefe Comisionado de la Central de Alarmas.

Tras la bendición de la imagen, el Mayor Elías Dávila, Director Espiritual del Benemérito Cuerpo de Bomberos de Guayaquil, instó a los presentes a elevar una oración a San Florián de Lorch.
San Florián de Lorch fue un oficial del ejército romano que en el año 300 D.C, desempeñó un alto puesto en un territorio de la tribu Iliaria (actual Austria). Fue martirizado por su fe y su marcado cristianismo, razón por la que los soldados del Gobernador Aquilino, lo perseguían despiadadamente. En la ciudad de Enns fue azotado, despellejado y arrojado al río con una piedra en el cuello.

Parte de sus reliquias reposan en la iglesia de Santa María y San Florián, en el barrio Stara Praga, en Varsovia. A la intervención del San Florián de Lorch se le atribuyen numerosas curaciones y el pueblo cristiano lo invoca como protector del fuego, por eso los primeros bomberos de Europa lo acogieron como su patrono.
Luego de la colonización de América del Norte y la formación de sus bomberos, estos también lo acogieron como patrono, tradición que se extendió en Centroamérica, Brasil, Chile y ahora en Ecuador.

La imagen de San Florián de Lorch muestra a un oficial romano con su uniforme en una casa en llamas, en la mano derecha un balde con agua y en la mano izquierda la cruz.